Celebrar lo local, lo que nos entrega un determinado terruño, y hacerlo in situ, aunando y disfrutando de proyectos que buscan resaltar y disfrutar de las características únicas que nos entrega un territorio, es lo que ocurrió recientemente en la degustación de vinos Erasmo de Caliboro en el wine bar Puro Tinto del Hotel Puramar de Curanipe.
En esta localidad de la costa sur de la Región del Maule, ya se está haciendo una muy buena costumbre la degustación de vinos de diversas viñas en el Hotel Puramar, donde el vino tiene un lugar protagónico y privilegiado, junto a una gastronomía que destaca los ingredientes y preparaciones locales.
El sábado 22 de Junio se realizó la degustación de los vinos de Viña Erasmo, de la mano de César Opazo, gerente y “comandante” de esta viña instalada en Caliboro hace más de dos décadas y que es la concreción del proyecto de Francesco Marone Cinzano, que después de recorrer todos los países vitivinícolas del Nuevo Mundo decidió instalar este proyecto en el sur del Maule para producir vinos orgánicos.
En un grato y distendido ambiente Opazo dirigió la degustación explicando las características de Viña Erasmo, donde prima el respeto por el terruño, las prácticas no invasivas en los viñedos y bodega, y donde solamente trabajan personas de la localidad y alrededores de Caliboro, resaltando la idea de llevar lo local a lo global.
Algo que llama la atención y que no es la regla en el mundo vitivinícola moderno, es que el equipo de Viña Erasmo no cuenta ni con enólogo ni agrónomo, es conformado por técnicos agrícolas maulinos con vasta experiencia en los campos locales y que ha alcanzado una excelencia en la producción de vinos teniendo como base la larga historia y conocimiento de los Marone Cinzano en la vitivinicultura.
Y llama la atención que un equipo que escapa de lo habitual en el medio vitivinícola produzcan vinos de tan alta calidad, algo que César Opazo dice es el resultado del trabajo en conjunto y siempre considerando las 3i: inspiración, intuición imaginación.
Con pasión, trabajo y perseverancia se pueden alcanzar grandes objetivos, señaló Opazo, haciendo coro con Marco Mendez, chef ejecutivo, enófilo y propietario de Puramar, quién con una cava de miles de botellas de vinos chilenos ha concretado este proyecto hotelero y gastronómico donde el vino es uno de los protagonistas junto al entorno natural en donde se enclava este hotel boutique, construido en un acantilado sobre el mar y una extensa playa que llega hasta el pueblo de Curanipe donde están los surfistas y pescadores.
Los vinos catados de Erasmo fueron Rosé de la variedad Mouvedre 2018, la mezcla mediterránea de Barbera, Garnacha y Carignan 2017, el monovarietal Cabernet Franc 2016, y el ensamblaje estilo bordolés de Cabernet Sauvignon, Merlot y Cabernet Franc 2010.
En todos estos vinos se identifica el sello de Vina Erasmo: vinos de gran elegancia y equilibrada estructura, muy rica fruta y lo que tal vez podamos denominar con un rasgo “identitario”, una inconfundible concentración de la fruta que sería para nosotros una “marca” de los viñedos de secano del Valle del Maule, característica que se equilibra en perfección con la madera en aquellos vinos que tienen crianza, como es el caso del ensamblaje de 2010. Y esta concentración de la fruta que mencionamos proviene justamente de la pureza y poco intervención de los suelos y viñedos que se da en el sur del Maule, en esos campos de secano donde la tradición es y ha sido no aplicar productos químicos en los viñedos, dejando que la fruta se exprese de manera espontánea y en toda su potencia y con todas sus características únicas de provenir de plantas de profundas raíces que así manifiestan las singularidades de esos suelos.
Larga vida a Viña Erasmo y su estilo tradicional y natural de hacer vinos, y también larga vida al Hotel Puramar y su winebar Puro Tinto, que está abriendo un espacio inigualable para el vino en un lugar de gran belleza en la más vasta y tradicional región vitivinícola chilena que es el Maule.
(Alejandro Tumayan – todovinos.cl)