Las cifras aún no están del todo computadas, pero ya se sabe que más de 100 viñateros perdieron total o parcialmente sus viñas centenarias de uva País en Cauquenes, la zona vitivinícola más afectada por los incendios en el país, sumando más de cien hectáreas de un total de 45 mil siniestradas en la comuna, casi un cuarto de su superficie total.
La casi totalidad de estos viñateros son campesinos que también tienen otros cultivos y algo de ganadería, y los incendios han afectado seriamente su forma de vida de productores a pequeña escala.
Ahora, mientras remueven las cenizas de los incendios, comienzan a constatar que la cosecha de uvas País y otras cepas sufrirá una merma del 30% al 40% en general en Cauquenes, y en algunos casos será un porcentaje aún mayor.
La vendimia que se aproxima será totalmente atípica, tanto por las pérdidas parciales o totales a causa de los incendios, como por la altas temperaturas que adelantaron la maduración de las uvas, y en el caso de los que puedan vendimiar, se tendrá que ver la calidad de la uva y la influencia del excesivo calor de las llamas y del humo en los vinos.
Los viñateros también tendrán que esperar al menos hasta la primavera para ver como reaccionarán las parras centenarias después de los siniestros. Algunas parras podrán brotar, otras no, y sólo entonces se podrá tener una idea más clara del verdadero impacto en los viñedos que sobrevivieron a las llamas.
Ese es el caso del viñedo de 4 hectáreas de uva País que tiene el Liceo Agrícola Nuestra Señora de las Mercedes, en el sector de Santa Sofía, al oeste de Cauquenes. Las llamas arrasaron con las antiguas parras y la pérdida de plantas está en al menos 30%, con quema total. Para el restante 70% se deberá esperar al menos hasta la primavera para saber cuál será el porcentaje que brotará y que podrán dar uvas en la vendimia de 2018.
Este establecimiento educacional de larga tradición en Cauquenes tenía varios planes para el futuro (ver nota al respecto), los cuáles ahora se verán retrasados o cancelados, aunque los trabajos de recuperación del viñedo está garantizado, según nos afirmó José González, ingeniero agrónomo y Director de este liceo agrícola que cuenta con la especialización en vitivinicultura.
Un caso menos dramático es el del agricultor y viñatero Víctor Yáñez, que tiene su campo en el sector de Pila del Rosario, al sureste de Cauquenes.
Su predio fue rodeado por las llamas y pudo salvar su casa y bodega, así como sus animales, y sólo una parte de los viñedos de uva País, moscatel y blanca ovoide fue dañada por las llamas, pero la mayor parte del viñedo está con buena carga de fruta y podrá ser cosechada.
Aunque sus daños por los incendios son menores en comparación a otros viñateros y agricultores de Cauquenes, Don Víctor Yáñez estuvo más de 48 horas luchando con las llamas para evitar que sus cultivos e instalaciones fueran arrasadas por las llamas.
Desde aquí podía ver como iban avanzando las llamas por el valle, tomando pinos, eucaliptos y pastizales. De repente el viento cambiaba y se dirigía en dirección contraria a nosotros, pero en cuestión de minutos esto cambiaba y nuevamente teníamos que salir a hacerle frente al fuego, nos relata Don Víctor Yáñez, productor del vino Pangalillo del Calvario.
El campo de Don Víctor está más en alto que el valle y desde allí se puede observar el daño que dejaron a su paso las llamas. Y lo más curioso es que se constata que los viñedos que se salvaron o fueron dañados parcialmente, actuaron como cortafuego del voraz incendio. Eso ocurrió en varias zonas de Cauquenes, añadiendo un valor más a la brava, aguerrida y centenaria cepa País.
Don Víctor afirma que las parras de uva País deben brotar y dar buena fruta nuevamente, tal vez en uno o un par de años más, pero asegura que esas resistentes parras volverán a rebrotar de las cenizas, y esto lo dice con conocimiento de causa, ya que sus viñedos han sufrido los embates de las llamas en tres ocasiones y se han repuesto al poco tiempo.
No nos cabe duda de que, así como las antiguas parras de uva País, los campesinos viñateros de Cauquenes y de otras zonas del campo chileno perjudicados por los incendios lograrán resurgir nuevamente y podrán seguir cultivando esa vida simple, esforzada, sana y enriquecedora, cultura campesina sustentable y a pequeña escala que ahora debe ser valorada en su real dimensión e importancia para la estructura social del país.
(Alejandro Tumayan / todovinos.cl)