Las viñas asociadas a la Ruta del Vino del Valle de Curicó, realizaron la ya tradicional muestra de nuevas añadas de vinos tintos 2015, los cuales están llegando al mercado nacional.
Un total de 18 vinos fueron presentados en evento realizado en los salones y terraza del Hotel The Singular, en el barrio Lastarria, de Santiago.
En general todos los vinos presentados eran de muy buen nivel, se podría decir sobresalientes, como es de esperar de las viñas de Curicó, que además van mostrando nuevas apuestas con suelos, microclimas o altitudes especiales que contribuyen a la obtención de uvas con ciertas características únicas para hacer vinos singulares.
Por eso, si bien todos los vinos son de gran calidad, destacamos aquí los vinos que nos llamaron la atención por su originalidad, sus especiales características.
Viña Valdivieso presentó un singular ensamblaje del 2014 de dos cepas tintas con una blanca: Syrah 65%, Rousanne 20% y Viognier 15%.
Un vino con potencia que le otorga la uva syrah, pero a la vez elegante y muy fresco por la rousanne y rica acidez de la viognier. Muy notable iniciativa del enólgo jefe de Valdivieso, Brett Jackson. Un rico y especial tinto para cualquier ocasión, aunque muy bueno para esta época calurosa que se inicia, pues lo ideal es servirlo frío.
Otra novedad fue de Viña Aresti con el vino Trisquel Series Altitud 1245, 100% merlot de añada 2014, muy especial, distinto y que ofrece la posibilidad de degustar un merlot sin que sea empalagoso. Las uvas merlot de este vino son de viñedos que están a 1.245 metros de altitud, en los orígenes del río Mataquito, y esa condición cordillerana, sumado a suelos de origen volcánico, gran luminosidad pero sin altas temperaturas, lo hacen realmente un merlot singular, fresco e interesante de beber a pesar de los 15 grados que tiene, por lo cual hay que estar atentos a la temperatura en el momento de beberlo, de preferencia refrescado.
Un nuevo proyecto de Aresti liderado por el enólogo Jon Usabiaga, que tiene solo seis hectáreas de viñedos que están rodeados de bosque nativo cordillerano.
También novedoso el vino Pichaman Assemblage 2013 de Viña Folatre, un casi Carmenere en su totalidad si no fuera por el 5% de merlot que le da un toque especial. Le otorga más docilidad a esa característica más silvestre de la Carmenere.
Las uvas Carmenere de este vino son de viñedos plantados en Los Robles, Río Claro, a 800 metros de altitud.
Los 16 meses de barrica de encina francesa de primer uso no interfieren de mala manera. Este vino estará en su plenitud dentro de un par de años al menos, y así también lo estima su hacedor, el enólogo Stéphane Geneste, asesor en esta línea premium y otras de Folatre.
También en el estilo de vinos más frescos, Viña Millaman sorprendió con el vino Cosecha Temprana D.O. Andes 2015, un Cabernet Sauvinon que aún no está ni embotellado, y que fue incluido en la muestra para mostrar el potencial frutal de esta variedad, algo que no es muy habitual de ver.
Y esa frutosidad especial, novedosa, se puede atribuir a la cosecha temprana, 15 de marzo, y a la ubicación de los viñedos en laderas de cerro en San Jorge los Niches.
Es un Cabernet Sauvignon muy singular, de rica fruta, fresco, que debe otorgar nuevos matices a futuro, pues está en plena evolución, lleva siete meses en barricas de roble francés de tercer uso. Una nueva apuesta del joven y ya reconocido enólogo Alexis Castro.
La novedad de Viña Alta Cima fue presentar los últimos ejemplares del ensamblaje Alta Cima 6330 Gran Reserva de 2003, vino compuesto de Cabernet Sauvignon (75%), Merlot (10%), Syrah (10%) y Petit Verdot (5%).
Sorprendió la excelente estructura que presenta este vino tras 12 años de su cosecha. Esa longevidad es la que quería presentar el enólogo y propietario Klaus Schröder. Un vino redondo, de gran potencia y elegancia pero que ya no está a la venta, pero sí lo está el de añadas 2012, que aunque tiene porcentajes distintos en la mezcla, esigue el estilo de la línea 6330.
Y aunque Benoit Fitte, enólogo de Viña Requingua, presentó el icono Laku y un ejemplar de la línea que le sigue Potro de Piedra, lo que mejor me sorprendió fue el vino Toro de Piedra Gran Reserva Petit Verdot – Cabernet Sauvignon 2013.
En esta mezcla predomina el Petit Verdot (88%) ante el Cabernet Sauvignon (12%), variedad que se da de manera muy singular en Chile, no así en Europa, pues aquí se muestra potente pero dócil a la vez, vivaz y elegante, con rico cuerpo y estructura, algo que complementado con ese poco de Cabernet Sauvignon, hace de este vino un ejemplar muy singular y rico de beber.
Como ya se señaló, los vinos presentados fueron todos de gran calidad, y además de los ya recién comentados, la lista se completa con los caldos abajo.
–Conde de Superunda 2010, Viña Miguel Torres. 59% Tempranillo, 16% Cabernet Sauvignon, 21% Monastrell y 4% Carmenère.
–Manso de Velasco 2012, Viña Miguel Torres. Cabernet Sauvignon.
–Family Reserva Cabernet Sauvignon 2013, Viña Echeverría.
–Paya de Millaman 2012, Malbec, Viña Millaman.
-LAKU 2011, de Viña Requingua. Petit Verdot, Sagrada Familia, 37%; Syrah, Sagrada Familia 23%; Syrah, Maule 21%; Cabernet Sauvignon, Lolol 12,5%; Cariñan, Maule 6,5%.
–Potro de Piedra Cabaernet Sauvignon-Cabernet Franc 2012, de Viña Requingua.
–Parnaso Ico Wine 2010, de Viñedos Puertas. 75% Carmenere, 10% Syrah, 5% Petit Verdot, 5% Cabernet Sauvignon, 5% Cabernet Franc,
–Obsesión Gran Reserva 2012, Viñedos Puertas. 50% Malbec, 30% Carmenere y 20% Cabernet Sauvignon.
–Grand Cru Sagrada Familia 2013, Viña Valdivieso, Malbec (60%), Carmenere (16%), Cabernet Sauvignon (17%), Carignan (5%), Syrah (2%).
–Alta Cima 6330 Enesamblaje Gran Reserva 2012, Cabernet Sauvignon (55%), Syrah (35%), Carmenere (5%), Petit Verdot (4%) y Merlot (1%, de Viña Alta Cima.
–Raíces Cabernet-Carmenere Reserva 2013, Viña Las Pitras. Cabernet Sauvignon 78%, Carménère 22%.
–Aresti Family Collection 2011, Viña Aresti. Cabernet Sauvignon 53%, Merlot 20%, Syrah 12%, Petite Sirah 10%, Petit Verdot 5%.
(todovinos.cl / Alejandro Tumayan)