OIV: Consumo mundial de vino disminuyó 3,3% el año pasado

La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) ha informado acerca del consumo mundial del vino, con cifras de 2024, cuando totalizó a nivel global un total de 214,2 millones de hectolitros, lo que supone una baja del 3,3% respecto a 2023.

John Barker, director general de la OIV rechaza «especular sobre posibles escenarios futuros» aunque sí advirtió durante la presentación que los aranceles que están en el aire generan incertidumbre en el mercado, como cambio de gustos en los consumidores y la evolución intergeneracional, que va saliendo del vino en generaciones más jóvenes. A ello también se sumaría la inflación, que se ha instalado en algunos de los principales mercados occidentales, tradicionalmente ligados a un mayor consumo de vino, y también los anunciados aranceles estadounidenses.

Estados Unidos, primer consumidor mundial, registró un descenso del 5,8%, mientras que Francia, el gran embajador del vino de calidad, también se anotó una disminución del 4% el año pasado.

Barker apuntó a una problemática de sobra conocida que podría afectar al consumo en 2025: los aranceles estadounidenses. Estados Unidos es el mayor importador de vino del mundo (supone generar unos 6.300 millones de euros), por lo que «cualquier barrera genera distracción en el mercado».

En Europa, la Unión Europea representó el 48 % del consumo mundial, con 103,6 millones de hectolitros en 2024, un 2,8 % menos que el año anterior. Francia fue el mayor consumidor europeo, con 23 millones de hectolitros, seguida de Italia con 22,3 millones y Alemania con 17,8 millones. Todos registraron caídas en comparación con 2023, salvo Italia, que mantuvo sus cifras. España y Portugal fueron las excepciones con ligeros aumentos. En el caso portugués, el consumo fue incluso superior al del periodo anterior a la pandemia. Por otro lado, países como Países Bajos y Rumanía registraron disminuciones importantes.

Fuera de la Unión Europea, Estados Unidos continúa siendo el mayor consumidor de vino a nivel mundial, con 33,3 millones de hectolitros en 2024, aunque esta cifra supone un descenso del 5,8 % respecto al año anterior. En Reino Unido se redujo el consumo un 1 %, mientras que en Rusia aumentó un 2,4 %, hasta los 8,1 millones de hectolitros. En Suiza, el volumen consumido fue el más bajo desde 1965.

En Asia, China registró una caída del 19,3 %, situándose en 5,5 millones de hectolitros, una bajada que consolida la tendencia descendente iniciada en 2018. Japón también disminuyó su consumo un 4,4 %, hasta los 3,1 millones, el volumen más bajo desde 2011.

En América del Sur, Argentina redujo su consumo un 1,2 % y alcanzó su nivel más bajo desde 1942. En Brasil, la caída fue del 4,3 %, aunque se mantiene ligeramente por encima de los niveles previos a la pandemia. En África, Sudáfrica lideró el consumo con 4,3 millones de hectolitros, un volumen alto en términos históricos, pese a una leve bajada respecto a 2023.

Australia, principal mercado en Oceanía, mantuvo una tendencia estable con 5,3 millones de hectolitros, cifra muy similar a la media registrada en los últimos quince años.

John Barker que la respuesta del sector pasa por impulsar la sostenibilidad, fomentar la cooperación entre países, invertir en investigación y adaptar el producto a nuevos públicos. En este sentido, la OIV subraya su papel como organismo de referencia que agrupa a 51 países y que trabaja por armonizar prácticas y compartir conocimiento ante los problemas y oportunidades del sector.

Mientras tanto, el vino también sufrió en la producción, no solo en el consumo. A nivel mundial, la producción se quedó en 225,8 millones de hectolitros, lo que supone un 4% menos que en el ejercicio anterior y, sobre todo, la cifra más baja en los últimos 60 años.
(oiv.int)