Este mes de noviembre ha sido descubierta en la región de Ogliastra, en el corazón de Cerdeña, una vid milenaria que destaca como una de las más antiguas y excepcionales del mundo. Esta planta, identificada como un ejemplar de Vitis silvestris, se encuentra en el territorio del municipio de Urzulei, en la zona conocida como «Bacu de Biladestu».
La vid silvestre de Urzulei, considerada una «madre» genética de casi todas las variedades de uva cultivadas en el planeta, es un ejemplar monumental. Su tronco principal tiene una circunferencia imponente de 135 centímetros, y sus extensas ramas trepan y se enredan en los árboles centenarios de la zona, alcanzando decenas de metros de altura. Lo que la hace aún más especial es que esta planta solo produce flores masculinas, una peculiaridad botánica que la diferencia del resto de vides cercanas. En el área circundante, se han documentado cerca de sesenta plantas silvestres más, algunas de las cuales son hermafroditas o producen flores femeninas, lo que evidencia un ecosistema vitícola de gran complejidad y diversidad.
El valor científico de esta vid ha llamado la atención de expertos en viticultura, como el profesor Mario Fregoni, ex presidente de la Organisation Internationale de la Vigne et du Vin y una de las voces más reconocidas en el ámbito internacional. Fregoni ha destacado la necesidad de proteger este ejemplar mediante su inscripción en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO, subrayando que la vid de Urzulei no solo representa un recurso biológico valioso, sino también un tesoro cultural e histórico digno de conservación.
El entorno natural de la región de Ogliastra es un verdadero refugio de biodiversidad. En este territorio montañoso y poco habitado, conviven especies animales, vegetales y microorganismos que contribuyen a un ecosistema único y aún poco alterado por la actividad humana. La Vitis silvestris de Urzulei, con su carácter ancestral, forma parte de este frágil equilibrio ecológico y añade un atractivo adicional a un área ya de por sí fascinante por su riqueza natural.
La inclusión de Urzulei en la asociación «Città del Vino» ha resaltado aún más la importancia de esta planta milenaria y ha despertado el interés tanto de investigadores como de enólogos y amantes del vino. La protección de este recurso natural no solo es una cuestión de preservar una rareza botánica, sino también de reconocer la historia viva de la viticultura y su conexión con el entorno cultural de Cerdeña. El estudio y la conservación de esta vid podrían abrir nuevas perspectivas para entender mejor la evolución y la domesticación de las variedades de vid en el Mediterráneo, una región clave para la historia del vino.
Sin embargo, la Vitis silvestris de Urzulei no es solo un símbolo científico; también es un emblema del patrimonio cultural de Ogliastra y de la relación secular de las comunidades locales con el paisaje. La región ha sido durante siglos un punto de encuentro de culturas, y esta conexión con la naturaleza sigue siendo un elemento esencial para la identidad de sus habitantes. Por ello, proteger y estudiar este singular ejemplar es también una forma de mantener viva la memoria de un territorio que, a lo largo de los años, ha sabido conservar su riqueza natural y cultural con gran respeto y sabiduría.
La demanda de protección internacional para esta vid refleja un compromiso por parte de expertos y comunidades locales con la conservación de un patrimonio que trasciende fronteras, y recuerda la responsabilidad compartida de asegurar que maravillas como esta sigan existiendo para las futuras generaciones. El trabajo conjunto de investigadores, autoridades y habitantes locales será crucial para garantizar la supervivencia de este legado único.
(vinetur.com)