¿Viñedos transgénicos? Científicos crean “super-uva” vitivinícola

Investigadores de diversas universidades estadounidenses, liderados por la Universidad de Arkansas, están llevando a cabo un ambicioso proyecto para desarrollar híbridos de uvas entre dos especies: Vitis vinifera (usada mayormente en la producción de vinos y uvas de mesa) y Muscadinia rotundifolia (más común en el sureste de Estados Unidos). Con el apoyo de una subvención de 7 millones de dólares del Instituto Nacional de Alimentación y Agricultura del Departamento de Agricultura de EE.UU., el proyecto busca combinar las mejores características de ambas especies, como la resistencia a enfermedades de las muscadinas y la textura más fina de las uvas viníferas.

El proyecto, conocido como VxM, reúne a un equipo de 32 investigadores de 12 instituciones, incluyendo la Universidad de California-Davis, Clemson University, Cornell University y otras. Esta iniciativa, que ha estado en desarrollo durante una década, se centra en la creación de nuevos cultivares de uvas que no solo ofrezcan una mejor resistencia a enfermedades, sino también mejoras en la calidad del fruto. La idea es desarrollar híbridos que puedan hacer frente a las crecientes demandas de un mercado que busca productos más resistentes a los cambios climáticos y las plagas.

Uno de los principales retos a los que se enfrenta este equipo es la diferencia en el número de cromosomas entre las dos especies. Mientras que las uvas Vitis vinifera tienen 19 pares de cromosomas, las muscadinas cuentan con 20, lo que hace que la hibridación entre ambas especies sea complicada. Sin embargo, los investigadores han logrado avances gracias a técnicas modernas de reproducción asistida por marcadores genéticos, lo que permite identificar rasgos favorables antes de los costosos y largos procesos de pruebas de campo.

Margaret Worthington, una de las co-directoras del proyecto y fanática de las muscadinas desde su infancia en Carolina del Norte, lidera los esfuerzos de mejoramiento genético. Para Worthington, las muscadinas han sido un fruto apreciado en su comunidad local, pero reconoce que para que estas sean más atractivas en un mercado nacional e internacional, es necesario realizar ajustes, como mejorar la textura, la piel gruesa y eliminar las semillas grandes que las caracterizan. Su meta es crear un híbrido que ofrezca lo mejor de ambas especies: la resistencia a enfermedades de las muscadinas y las características de consumo más deseables de las uvas Vitis vinifera.

El proyecto también debe hacer frente a importantes retos en términos de patología, ya que las uvas de racimo son muy susceptibles a enfermedades como el mildiu polvoriento, el mildiu velloso y el virus de la hoja enrollada, enfermedades que las muscadinas resisten de forma natural. Para superar estas barreras, se espera identificar hasta 10 genes clave de resistencia a enfermedades en los próximos cuatro años.
(vinetur.com)