Viñedos y vinos del Círculo Polar Ártico, Finlandia y Suecia lideran

El calentamiento acelerado del Ártico, que avanza a una velocidad cuatro veces superior al promedio mundial, está provocando cambios visibles también en la viticultura. Mientras las temperaturas globales aumentan a un ritmo de 0,19 grados por década, en la región ártica lo hacen a 0,73 grados. En este nuevo escenario climático, los países nórdicos, y en especial Finlandia y Suecia, están dando lugar a viñedos que hasta hace poco parecían imposibles.

Uno de los casos más singulares es el del viñedo experimental situado junto a la central nuclear de Olkiluoto, en la costa oeste de Finlandia, a 61 grados de latitud. Allí, el calor residual de la planta se utiliza para calentar el suelo mediante tuberías de plástico enterradas que evitan las heladas y permiten el cultivo de la uva Zilga, una variedad originaria de Letonia. Gracias a este sistema, se han logrado cosechas de hasta 800 kilos anuales de uva, con los que se producen botellas de vino que no se comercializan, sino que se consumen en el propio complejo por el personal de la planta.

En Suecia, el viñedo más grande del país, Arilds Vingård, se encuentra en la región de Skåne, al noroeste. Allí se cultivan más de veinte hectáreas de variedades como Pinot Noir, Muscaris, Cabernet Cortis, Souvenir Gris y Pinot Noir Precocé, además de otras doce hectáreas de uva Solaris que ya están en producción, y ocho más plantadas recientemente. La finca aplica prácticas sostenibles, como el uso de ovejas Baby Doll para controlar de forma natural las malas hierbas. Esta raza, por su pequeño tamaño, no alcanza los racimos y permite mantener el viñedo limpio sin dañar los cultivos.

La uva Solaris, desarrollada en Alemania en 1975, se ha convertido en la variedad más cultivada en Suecia y es conocida como la uva nacional del país. Se adapta bien al clima frío y produce vinos blancos con acidez elevada, frescos y directos, que recuerdan a los Sauvignon Blanc de Nueva Zelanda. La recomendación general es consumir estos vinos jóvenes, aunque también pueden mantenerse en buen estado durante uno o dos años si se conservan sin abrir.

En Finlandia, otro proyecto con ambición internacional es Château Nagu, ubicado en la isla del mismo nombre dentro del archipiélago de Turku, al suroeste del país. Con 2,5 hectáreas de viñedo, esta finca cultiva variedades como Pinot Noir, Chardonnay, Cabernet Sauvignon, Riesling y Merlot. Su propietario, Herman Haapman, pretende situar a esta región en el mapa vitivinícola internacional, con la intención de que algún día se asocie al vino tanto como Burdeos en Francia. En 2023, Château Nagu produjo la primera cosecha de Cabernet Sauvignon de los países nórdicos. La mitad del viñedo se encuentra dentro de un invernadero de 10.000 metros cuadrados que protege a las plantas durante el otoño y el invierno. Además, todas las vides se benefician de los largos días de sol en junio y julio, cuando la luz solar alcanza hasta 20 horas diarias. Una práctica curiosa de este viñedo es que la vendimia se realiza únicamente en luna llena, siguiendo una antigua creencia según la cual la energía lunar mejora la calidad de la uva y del vino final.

La expansión de los viñedos cerca del círculo polar, impensable hace apenas unas décadas, es hoy una realidad que está transformando la producción de vino en Europa del norte, dando paso a nuevas zonas de cultivo, variedades adaptadas al frío y estilos de vino que hasta ahora solo se encontraban en latitudes mucho más meridionales.
(vinetur.com)