El sommelier Pascual Ibáñez, español con más de 25 años de residencia en Chile, volvió a vivir en su país y recientemente estuvo de visita en Santiago y se reunió con algunos amigos del rubro del vino y gastronómico, para intercambiar ideas, apreciaciones, experiencias recientes y degustar algunos vinos que le han llamado la atención.
Fue un encuentro grato y emotivo después de casi dos años que Pascual se instalara nuevamente en Madrid, e independiente de lo entretenido y la degustación de algunos buenos vinos, lo que me motiva escribir estas líneas es resaltar y destacar la trayectoria de este sommelier incansable que ha marcado en su formación a varias generaciones de sommelieres en Chile, y también a muchos amantes del vino y la gastronomía.
Como testimonio personal, y sin ser sommelier, Pascual Ibáñez me entregó hace años atrás muchos conocimientos sensoriales en diversas degustaciones dirigidas por él, tanto de vinos como de cervezas, quesos, chocolates, etc., dándome a conocer una nueva dimensión de los sentidos, de lo que podemos ser capaces de percibir al degustar vinos y otros productos, de la gran variedad de sensaciones que podemos identificar a nivel gustativo.
Siempre de manera muy didáctica, cercana y simple en su complejidad, Pascual entrega en sus catas y degustaciones la posibilidad de que cualquier persona pueda diferenciar, identificar y aprender a percibir un universo de sensaciones, aromas y gustos, abriendo nuestra mente y percepción a nuevas experiencias.
A Pascual Ibáñez me nace llamarlo el Señor de los Sentidos, pues su trabajo como sommelier no se ha limitado al vino, cervezas y gastronomía, sino que ha incursionado en productos de “otra” calidad, productos masivos, industriales, entregando a consumidores “comunes” percepciones sensoriales de productos cotidianos y sin la “alcurnia” de vinos, cervezas o quesos. Esa labor educativa y horizontal han provocado de parte de algunos, comentarios como que Pascual se ha desperfilado, ya que ingresó con sus sentidos y degustaciones a un ámbito de productos que nunca antes habían sido objeto de análisis sensoriales de ese nivel.
A pesar de esos comentarios bastante pobres, la iniciativa de Pascual de “democratizar” esos análisis sensoriales le ha llevado a tener audiencias e interés de miles de personas a través de sus cuentas de instagram, donde incluso personas muy jóvenes consumidoras, por ejemplo, de snacks, se ven atraídos por sus degustaciones y análisis de productos “poco nobles” pero que son de consumo masivo, de ahí el gran interés que ha despertado en un público “inesperado” para catas y degustaciones.
Esta “nueva” contribución de Pascual Ibáñez en este ámbito de percepción sensorial de alimentos es un gran aporte al conocimiento gustativo en general, y muy lejos de “desperfilarse”, suma a su expertise un nuevo universo de lectores interesados en aprender de lo que somos capaces con nuestros sentidos.
No es por acaso que hace años atrás, después de contribuir en la formación de sommelieres y amantes del vino y las cervezas, Pascual Ibáñez encantó con sus degustaciones, explicaciones y discurso didáctico a muchos aficionados a los vinos, cervezas y productos gastronómicos, en sus catas, degustaciones y cursos en la Escuela de los Sentidos, la cual fundó y llevó adelante por muchos años.
Por eso y por toda su trayectoria, me nace llamar a Pascual Ibáñez, el Señor de los Sentidos, con toda propiedad y merecimiento. Ahora en España y visitas a Chile, sigue con su incansable trabajo de análisis sensoriales de vinos, cervezas, productos gastronómicos y muchos otros, a través de sus cuentas de instagram: @pascualibanez y @pascualvinosymas
(Alejandro Tumayan – todovinos.cl)