Descubren roedor con impacto positivo en la salud de suelos y viñedos

En Sudamérica, se descubrió un animal que tiene el potencial de mejorar la calidad del vino. Este hallazgo se realizó en un país conocido por su tradición vitivinícola, donde la investigación científica destaca el papel de esta especie en la agricultura.

A medida que se profundiza en su estudio, de la mano de expertos científicos, los beneficios que aporta a la calidad del suelo y, en consecuencia, al vino, se hacen más evidentes.

El Ctenomys uco es el nombre de la nueva especie de roedor tuco-tuco descubierta por investigadores del CONICET de Argentina y de la Universidad Austral de Chile (UACh) en el Valle de Uco, Mendoza, Argentina. Este pequeño mamífero no solo enriquece la biodiversidad de la región, sino que también juega un rol crucial en la mejora de la calidad del suelo en viñedos orgánicos.

Ubicación del hallazgo: se identificaron al menos dos poblaciones de Ctenomys uco, una en Tupungato y otra en Tunuyán, zonas clave para la viticultura, en diferentes zonas y suelos de producción vitivinícola como el caso de Finca Caicayén II de Chandon y Terrazas de los Andes.

Beneficios para los viñedos orgánicos: según Raquel Alvarado-Larios, becaria del CONICET y autora del estudio publicado en Vertebrate Zoology, «los tuco-tucos airean el suelo, lo que permite que el agua y el aire lleguen más fácilmente a las raíces de las plantas, vital para su crecimiento».

El descubrimiento del Ctenomys uco se enmarca en un esfuerzo por entender y conservar la biodiversidad del Valle de Uco, una región rica en especies pero amenazada por actividades humanas y el cambio climático.

El hallazgo fue posible gracias a investigaciones previas que habían identificado un linaje diferente en la zona, el cual no había sido descripto ni nombrado hasta ahora. Durante el otoño de 2023, el equipo científico llevó a cabo campañas de campo para estudiar a estos roedores.

Estudios científicos: las investigaciones realizadas incluyeron la medición de cráneos y análisis genéticos, confirmando que se trata de una especie no descripta previamente.

Conservación y sostenibilidad: a pesar de su importancia ecológica, los tuco-tucos enfrentan serias amenazas debido a la expansión agrícola. «Identificar nuevas especies permite enfocar los esfuerzos de conservación en áreas vulnerables», explica Alvarado-Larios.

Preservación del hábitat: la conservación del Ctenomys uco no solo garantiza la supervivencia del roedor, sino que también protege los ecosistemas agrícolas donde se encuentra. Al hacerlo, se apoya la producción sostenible de vinos y se promueve el equilibrio en la agricultura orgánica.

La presencia del Ctenomys uco en los viñedos no es solo un dato curioso; su impacto positivo en la agricultura ecológica puede revolucionar la forma en que se cultiva la vid en la región de Sudamérica, no solo en Mendoza o Argentina.

Aireación del suelo: estos roedores excavan túneles que permiten una mejor circulación de aire y agua, vital para el desarrollo saludable de las raíces.

Biodiversidad: al alimentarse de plantas herbáceas que crecen entre los cultivos, contribuyen a la biodiversidad y reducen la necesidad de desmalezadores químicos.

Sostenibilidad agrícola: «Las prácticas agrícolas orgánicas, donde estos roedores juegan un rol clave, fomentan un ecosistema saludable y equilibrado», concluye Alvarado-Larios.
(clarin.com)