El año 2023 ha marcado un hito en la industria vinícola británica con una cosecha sin precedentes que ha dado como resultado más de 20 millones de botellas de vino, tanto tranquilo como espumoso. Este volumen no solo duplica el consumo actual en el Reino Unido, sino que también representa un aumento del 50% respecto al récord anterior, cuando los viticultores produjeron aproximadamente 13 millones de botellas.
Este notable incremento en la producción se debe no solo a los altos rendimientos, sino también a un aumento significativo en las plantaciones de viñedos. Según WineGB, la superficie de viñedos en Inglaterra y Gales ha crecido casi un 75%, situando la superficie productiva en 2023 en 3.230 hectáreas, en comparación con las 2.138 hectáreas de 2018, lo que supone un crecimiento del 151%.
Los principales tipos de uva, como el Chardonnay, el Pinot Noir, el Meunier y el Bacchus, han mostrado un rendimiento excepcional, con un promedio de casi 10 toneladas por hectárea en todas las viñas. Estos altos rendimientos, combinados con el clima casi perfecto durante las etapas clave de la temporada de crecimiento, han contribuido a que 2023 sea calificado como «un año para recordar» por el consultor vitivinícola del Reino Unido, Stephen Skelton MW.
Aunque los niveles de madurez
de la uva han sido inferiores al promedio, al igual que los ácidos,
los productores se muestran optimistas respecto a la calidad de la
fruta y del vino resultante. Esta cosecha, calificada de milagrosa
por la industria, no solo destaca por su volumen sino también por el
potencial de calidad que presenta.
En lo que respecta al mercado del vino espumoso, aproximadamente tres cuartas partes de la producción de los viticultores ingleses se destinan a este tipo de vino. Esto significa que, de la cosecha de este año, se esperan alrededor de 16,5 millones de botellas de vino espumoso, una cantidad significativa si se considera que el consumo anual de Prosecco en el Reino Unido es de aproximadamente 100 millones de botellas. La producción de vino espumoso inglés de esta vendimia representa casi el 60% de las ventas de Champagne en el Reino Unido, que ascendieron a 28 millones de botellas en 2022.
A pesar de que el Champagne suele ser más caro que el vino espumoso inglés, es importante señalar que el producto británico tiende a ser más costoso que el Cava, del cual se venden alrededor de 20 millones de botellas en el Reino Unido.
Con esta sobresaliente producción, los viticultores ingleses se enfrentan al desafío de encontrar consumidores para más del doble del nivel actual de demanda en un mercado interno competitivo, que además experimenta una estancamiento general en las ventas. Una alternativa sería desarrollar mercados de exportación para absorber el excedente de suministro.
(vinetur.com)