¿Qué pasa con el vino que hay tantos futbolistas argentinos de alto rendimiento que tienen una etiqueta propia y son expertos conocedores de sus aromas y sabores?
Una de las respuestas tiene que ver con las virtudes del vino para prevenir enfermedades cardíacas o la reducción del estrés y la ansiedad, siempre que se tome con moderación. Otra posible es que los futbolistas que viven en el exterior acceden a los mejores restaurantes del mundo donde el vino es la bebida que mejor combina con platos sofisticados.
Para el Messi de los vinos, el enólogo mendocino Alejandro Vigil (Catena Zapata y El Enemigo), la unión vino y futbolistas tiene que ver con que es “la única bebida que tomando una copa, no les afecta para entrenar”.
“Conozco enorme cantidad de futbolistas que les gusta tomar vino, prueban variedades, y se interiorizan, aunque no tengan una etiqueta propia”, comenta Vigil.
En los últimos cinco años, es extensa la lista de cracks del fútbol que en emprendimientos propios o como homenaje a sus carreras destacadas, han lanzado un vino propio.
Como un juego de figuritas del Mundial, la lista permite armar una selección del 11 ideal del vino. Una mixtura a puro talento entre la fusión de los enólogos que hacen el vino y la sutileza del toque personal que le han dado los jugadores.
Hay equipo
En el arco, Franco Armani, el arquero de River y de la Selección, lanzó a fines de 2021, su vino al que llamó A, con la inicial de su apellido. «Les presento mi vino hecho con mucha dedicación y mucho amor. Siempre pensé en que después que se tomaran el vino pudieran tener algo más que una botella. Es único, con un diseño increíble», dijo Armani.
La etiqueta lleva una imagen de su cara y una A animada, como si fuera la figura del arquero volando. En el corcho está estampada la firma del jugador del Millonario.
Es un Gran Reserva Malbec, elaborado por la bodega Finca Cuadro Benegas, de San Rafael, sur de Mendoza. El arquero adelantó que el vino se comercializará en Argentina y Colombia, donde es ídolo de Atlético Nacional de Medellín.
En la defensa, como una muralla, está parado Rolando «Flaco» Schiavi, con su vino Último Hombre.
El histórico de Boca se prendió al negocio con dos vinos: un Malbec y un blend del Valle de Uco en edición limitada que solo se consigue a través de las redes sociales.
El enólogo que interpreta el gusto del Flaco es Gonzalo Mazzotta, y la producción estará a cargo de otro deportista, Eusebio Guiñazú, ex jugador de Los Pumas.
«El vino Último Hombre, en referencia a la posición que ocupaba Schiavi, representa el espíritu tenaz de un emprendedor nato, que primero recorrió el mundo con una pelota de fútbol y ahora piensa hacerlo con su propia marca de vinos», explican desde la marca.
Otro grande en la defensa: Nicolás Burdisso, histórico de Boca y la Selección, vive en Italia y trabaja como director deportivo de Fiorentina. Pero tiene bodega y viñedos propios en Mendoza.
“Esto es fruto de un trabajo de equipo, con pasión, amor y la camiseta bien puesta, no dejando de lado el terroir que tenemos”, dice su esposa María Belén Soler Valle, con la que lleva adelante su empresa vitivinícola.
Los Vinos del Potrero, así se llaman, son elaborados por Bernardo Bossi, con uvas de los viñedos de la localidad mendocina de Gualtallary, una de las más prestigiosas del mundo.
La marca ya produce alrededor de 100 mil botellas al año, de las cuales un 65% va al mercado doméstico y el resto se exporta. Están construyendo su propia bodega en Mendoza.
En noviembre de 2021, Burdisso y su familia lanzaron un nuevo vino: Pinot Noir reserva 2020 con uvas del Valle de Uco y una guarda de 6 meses en barrica.
Leandro Paredes, el volante central de la Selección, que acaba de pasar del PSG a la Juventus, eligió la marca Mi victoria para su vino propio.
El enólogo es Rolando Lanzarotti y lo elabora en la Bodega Barberis, en Mendoza. Es un blend de Malbec con uvas de Chacras de Coria y Ugarteche, en Lujan de Cuyo; y uvas de Vista Flores y Gualtallary, en el Valle de Uco. Una partida inicial de 5.000 botellas que apuntará a un segmento premium.
La etiqueta de Mi Victoria refleja la pasión, dedicación y trabajo de la familia Paredes en cada instante de su vida. En el lanzamiento, Ángel Di María estuvo a su lado como compañero de la Selección y amigo personal.
Círculo central
En el mediocampo aparece Marcelo Gallardo, el DT de River. El vino Marcelo Gallardo Blend lo elabora el enólogo David Bonomi (Bodega Norton y PerSé Wine).
Es un blend de viñedos de Perdriel, Luján de Cuyo: 40% Malbec, 30% Cabernet Sauvignon y otro 30% Merlot, cosecha 2017 y añejado por 14 meses en una barrica de roble francés.
El Muñeco quiso un vino exclusivo de solo 14 mil botellas. “Le fui dando opciones a Marcelo y el corte lo terminó decidiendo él. Fue como acomodar la pelota para un tiro libre, mirar el arco y que pueda patearla al ángulo, para que nadie la agarre”, describe con pasión futbolera Bonomi.
La historia de la afición del DT de River con el vino se remonta a sus años de jugador en el Mónaco, en Francia, donde fue considerado un crack. “Aprendió a catar y saber de vinos con su principal colaborador, una persona que el club le había asignado para aprender el idioma”, cuenta el enólogo.
Los dueños de la gloria
Los Campeones del 86. La gloriosa Selección que ganó el Mundial de México 1986 lanzó dos vinos como síntesis de la unión del equipo y la pasión que desata en los argentinos el fútbol. La idea surgió en conjunto ente el defensor Oscar Ruggeri y su amigo Jorge del Valle, gerente comercial para Latinoamérica de la bodega Mendoza Vineyards, que pertenece a Origin Wines Group.
“Un día Jorge me hizo probar el vino y me encantó, me propuso hacer un vino juntos y le dije hagámoslo ya, y con todos los muchachos de la Selección”, recordó el Cabezón Ruggeri en la presentación de los vinos, junto a Oscar Garré, Sergio Checho Batista, Ricardo Giusti, Héctor Negro Enrique, Jorge Burruchaga, Nery Pumpido, Julio Olarticoechea, Ricardo Bochini y Carlos Chino Tapia.
Los vinos se llaman La Final y Héroes del 86. La enóloga es Denis Vicino de la bodega Mendoza Vineyards, mismo grupo de la reconocida bodega Finca La Anita.
La Final es un Malbec, de Luján de Cuyo. El vino Héroes Blend está elaborado con uvas tintas de Agrelo: 50% Cabernet Franc, 40% Cabernet Sauvignon y 10% Petit Verdot.
Poder de gol
En la delantera, la camiseta del 10 la viste Lionel Messi, con su vino Leo Messi. Lo elaboró en 2018, a su gusto, con uvas mendocinas y el asesoramiento de Bodegas Bianchi.
Pasó un año en barrica de roble, fue embotellado y quedará en estiba de guarda para cuando «esté listo para consumir». Entre bromas que muestran su personalidad competitiva, la única advertencia del capitán de la Selección al enólogo asesor Silvio Alberto fue: “Mi vino tiene que ser mejor que el de Iniesta”, que tiene bodega en Albacete, España.
Leo disfruta beber vino cuando no está en competencia. Heredó ese gusto de su papá Jorge, que conoce de vinos y es fan de la bodega mendocina afincada en el Valle de Uco y San Rafael. Bianchi es la responsable de elaborar el vino L 10, de la Fundación Leo Messi, que destina parte de sus ventas a sostener proyectos solidarios.
El vino a gusto del paladar del 10 de la Selección es una Malbec. Añada 2018, del Valle de Uco, y es una partida limitada que ya está embotellado, “esperando que evolucione para poder hacer el lanzamiento cuando Messi lo disponga”, explicó el enólogo Silvio Alberto.
El 9 de la Selección, Lautaro Martínez, también tiene vino propio. El proyecto es junto a su esposa, la mendocina Agustina Gandolfo. El vino aún no tiene nombre y la idea de elaborarlo surgió a partir de la adquisición de una finca en la prestigiosa zona de Las Compuertas en Luján de Cuyo.
Las viñas plantadas en 1929 aportaron un potencial extraordinario al vino que elaboró el enólogo Federico Isgró. La variedad es un Malbec, de Las Compuertas, cosecha 2021, de 12 a 18 meses en barrica. Lautaro y Agustína quieren llevar el vino a Milán, el jugador pertenece al Inter, y convertirse en embajadores de la bebida argentina en Italia.
El Matador, Mario Kempes, viajó en abril a Mendoza para presentar su línea de vinos elaborados en el Valle de Uco. El campeón y goleador del Mundial 78 tiene su vino ícono El Matador, un corte Malbec y Petit Verdot, cosecha 2018.
El enólogo es José Di Marco. El proyecto Mario Kempes Wines, en sociedad con Franco Ferrucci, Andes Growers y la bodega Fermasa, de la localidad de Perdriel, Luján de Cuyo está volcado a la exportación.
La ciudad española de Valencia, donde el Matador es considerado un ídolo, es el principal destino de estos vinos. También es récord de ventas en Miami y el sur de Estados Unidos, donde el campeón reside con su familia.
«Me he tomado en serio esto de producir vinos”, confiesa y asegura que con el paso de los años tiene el paladar más fino, “lo saboreo, lo degusto, aunque tampoco soy un experto».
(Clarin.com/Roxana Badaloni)