El turismo del vino o enoturismo en Chile se ha ido desarrollando gradualmente en los últimos años, con un crecimiento importante e interés al alza de parte de los turistas nacionales y extranjeros, pero para consolidar ese crecimiento y aprovechar la oportunidad del momento, necesita dar un salto en la calidad de sus servicios, potenciar y aprovechar las particularidades de cada terruño y territorio, y capacitar y mejorar el personal que trabaja en cada viña.
A grueso modo esas son las conclusiones a que se llegó en el seminario “El valor de la diversidad y la identidad de los destinos”, realizado en la sede Inacap Apoquindo y organizado por el programa Enoturismo Chile, con vistas a la Conferencia Mundial de Enoturismo que se realizará en Diciembre próximo en el Valle de Colchagua.
Oler, probar y hacer, son las sensaciones que nos llevamos al visitar un lugar, una viña, y eso se transforma en experiencias, eso es lo que debemos entregar a los turistas cuando visitan una viña, dijo Evarist March, biólogo catalán especializado en gastrobotánica y turismo.
March fue enfático en recalcar que entregar un producto no es lo mismo que ofrecer una experiencia, algo que marca por las sensaciones a los visitantes, y afirmó que lo que hay que preguntarse es cuáles son las cosas, paisajes y características únicas en cada una de nuestras viñas, con el fin de resaltar esas cosas únicas y así ofrecer una experiencia única los visitantes, una experiencia y sensaciones que se van a llevar consigo y que por ser algo que se vivió a través de los sentidos no lo van olvidar jamás y además la van a transmitir y compartir con amigos y familia.
Además de identificar y explotar los elementos únicos de cada viña para así ofrecer una experiencia única, March señaló que en Chile falta formación y capacitación a los guías y al personal que está involucrado con el enoturismo.
El personal involucrado en el enoturismo, que al final de cuentas son la cara de la viña que se está visitando, están mal formados y mal pagados, dijo March, abogando para que esa realidad cambie y que las viñas chilenas aprovechen la oportunidad de ofrecer muchas cosas únicas que hay en el país por su gran diversidad geográfica y flora y fauna endémica.
La Vicepresidenta Ejecutiva de FEDETUR, Helen Kouyoumdjan, destacó con cifras el crecimiento del turismo en general en Chile, que ha pasado de recibir 1,7 millones de turistas en 2001 a 3,7 millones en 2018, y en particular el enoturismo que ya supera el millón de visitantes, siendo 65% de extranjeros y 35% nacionales, proporción que en otros países vitivinícolas es inversa y por lo que tenemos que trabajar para aumentar las visitas de turistas locales a las viñas.
Alejandro Álvarez, Presidente del Comité de Operadores Mayoristas de turismo receptivo y nacional de ACHET, destacó el crecimiento de las viñas disponibles y con servicios de enoturismo con que cuentan los operadores para ofrecer a los visitantes, realidad que pasó de 6 viñas en 2016 a 20 viñas en 2019. También subrayó el gran potencial del enoturismo, pues puede ofrecer distintas experiencias a lo largo del año, como son la poda, floración, vendimia y elaboración del vino.
Gonzalo de Terán, técnico de nivel superior en turismo y académico de Inacap, se refirió a la importancia que tiene en el enoturismo involucrar a los visitantes con el territorio donde están insertadas las viñas, lo cual también incluye, además del entorno natural, a las gentes, la cultura, las costumbres, entre otros elementos importantes que pueden hacer de una visita una gran experiencia.
Andrea Wolleter, Directora Nacional de SERNATUR, puso énfasis en la importancia de la industria turística para Chile: “El turismo es una actividad económica muy importante para el país, que hoy por hoy supone cerca de un 3,3% del PIB, unos 10.000 millones de dólares. Pero no es solo eso, sino que el turismo está cambiando, puesto que la transformación digital nos plantea nuevos desafíos. Sin embargo, en esta industria sigue creciendo el empleo: en los últimos 5 años, la tasa de crecimiento de empleo en Chile ha sido del 7,7%, pero la del turismo ha sido de un 26% y va a seguir creciendo. Porque de eso se trata: la experiencia que busca el turista, no la va a reemplazar jamás la tecnología.”
Por su parte, José Miguel Viu, Presidente de Enoturismo Chile, señaló que “Este es un programa de Corfo que partió en 2016. Ahora aspiramos a conseguir una institucionalidad que nos permita proyectarnos en el tiempo, más allá de contar con el apoyo de esta institución. Recientemente, se ha conformado la asociación Enoturismo Chile, donde van a confluir las diversas instituciones públicas y privadas que hoy forman parte del equipo de trabajo.”
Viu afirmó que la realización de la Conferencia Mundial de Enoturismo, en Diciembre próximo en el Valle de Colchagua, es una excelente oportunidad para aunar esfuerzos públicos y privados para impulsar el desarrollo y consolidar el enoturismo en Chile.
(Alejandro Tumayan – todovinos.cl)