Unas 120 hectáreas suman doce viñas de La Araucanía que la semana pasada crearon la primera Asociación Gremial de Viñateros de La Araucanía. Son empresas que se distribuyen por siete comunas (Traiguén, Victoria, Curacautín, Lumaco, Los Sauces, Villarrica y Perquenco) y que esperan, para la cosecha 2021, duplicar la actual superficie plantada.

El abogado Juan Pablo Lepín integra la nueva entidad productiva, como socio de la Viña Capitán Pastene, ubicada en la localidad de Lumaco que lleva ese nombre. El profesional considera que la iniciativa es parte del proceso de reconversión agrícola hacia la fruticultura que promueve el Gobierno. En esa dirección, plantea que el apoyo público para incentivar el cambio de uso de suelos debe orientarse a mejorar la infraestructura de riego y capacitar mano de obra técnica y profesional para un área que «va a generar mucha riqueza y dinamismo económico» y que también «va a ofrecer una gran cantidad de puestos de trabajo».

La expansión vitivinícola en La Araucanía, agrega Lepín, comenzó en el valle de Malleco, al norte de la región; luego se extendió hacia la cordillera y, posteriormente, en dirección al sur, abarcando comunas no tradicionales de Cautín, como Cunco, Cholchol, Carahue. Esto se ha visto favorecido, dice, por el cambio climático, aunque requiere «ciertas precauciones para enfrentar las heladas». A las viñas que ya están en plena producción, asegura, se sumarán otras en etapa de plantación o de acondicionamiento de los terrenos.

Aunque la zona se ha especializado en las cepas chardonnay, pinot noir y sauvignon blanc -todas propias de climas fríos-, el emprendimiento de Lepín incorpora syrah y sangiovese, en Capitán Pastene, y moscatel, en Angol.

Otra de las viñas asociadas es Kutralkura, ubicada en Curacautín. Sus dueños planean vincular su quehacer con el enoturismo, generando una ruta que vincule la producción de alcoholes con la gastronomía, la hotelería y los recorridos por los atractivos regionales.
(economiaynegocios.cl)