Macerado Casablanca celebra 10 años con apertura en Algarrobo

El restaurante Macerado de Casablanca está cumpliendo diez años de vida, periodo de tiempo en que se ha ido consolidando como uno de los mejores restaurantes de Chile, y que ahora cuenta con una filial en Algarrobo, siguiendo las mismas características que han marcado el estilo de la cocina de la familia Donoso Vásquez.

Y el sello distintivo del Macerado es que es un restaurante familiar, en dónde trabajan madre, padre e hijos, lo cual ha sido fundamental para marcar un alto nivel en su cocina y atención en los diez años del restaurante en Casablanca, y que ahora también incluye al bello y cómodo nuevo local de Algarrobo, además del Macerado que funciona hace cinco años en Viña Mar, en la ruta 68.

La cocina familiar de Macerado ha ido ganado en los últimos dos años toques más modernos pero sin perder el “rumbo” tradicional, con la incorporación y el trabajo de los chef Carlos Mardones, Gonzalo Pacheco e Igor Caramori.

Hace una década Macerado nació en Casablanca con toda la familia Donoso Vásquez volcada en el nuevo emprendimiento, aunando la experiencia de la matriarca Ana Vásquez en los fogones familiares; su esposo Rafael Donoso experimentado en los negocios; y el empuje y juventud de sus hijos Gonzalo y Cristián, ambos agrónomos y conocedores de la zona.

Las preparaciones de Macerado se han ganado el paladar de comensales nacionales y extranjeros, y esto no porque ahonde en sofisticaciones, sino porque su cocina es llana y sabrosa, sin distracciones o efectismos, guardando las tradiciones de las preparaciones chilenas.

Y a esto hay que sumarle un factor fundamental: la familia Donoso Vásquez se ha preocupado de trabajar solamente con productores locales, del entorno de la zona de Casablanca, lo que hace que sus platos, además de estar muy bien preparados y sazonados, son elaborados con productos locales de muy alta calidad, del campo y mar, no industriales, con lo cual se acentúan los verdaderos sabores de sus ingredientes, por ejemplo, los deliciosos patos que vienen de Las Dichas; locos, pescados, pulpos y mariscos de San Sebastián, Algarrobo y Quintay; pollos y huevos de Casablanca; carnes de cerdo y vacuno locales; y todos los vegetales servidos cultivados en huertas propias.

Y también los vinos tienen el toque local, con una muy buena oferta de vinos de viñas de los Valles de Casablanca, San Antonio y Leyda, incluyendo bodegas medianas y también pequeñas como los excelentes vinos de Montsecano, Tinta Tinto, La Recova, Villard, Casa Roca, entre otros.

Todo esta preocupación con la calidad y pureza de los productos utilizados en la elaboración de los platos, se complementa y optimiza con la coordinación diaria de los propios dueños en sus locales, lo que hace que la atención, servicio y preparaciones tengan esa calidez y calidad familiar, que lo hacen a uno pasar momentos muy gratos y muy sabrosos, con simplicidad y exquisitez a la vez.

Larga vida al Macerado, a sus propietarios, proveedores y colaboradores que colocan a la cocina chilena tradicional y actual en el más alto lugar de la gastronomía por su calidad e identidad.

www.macerado.cl

(Alejandro Tumayan – todovinos.cl)