La Cooperativa de Viñateros de Altura LickanAntay está formada por 20 productores agrícolas de Toconao, Socaire, Celeste y San Pedro de Atacama, quienes desde hace algunos años han implementado una pequeña bodega para elaborar los vinos Ayllu, producidos con uvas de viñedos que crecen de manera sorprendente en los oasis a 2.500 metros de altitud que existen en algunas quebradas que se esconden en medio de la inmensidad y desolación del territorio más árido del mundo, el Desierto de Atacama.
Estos agricultores son todos de la etnia Lickan-Antay o Atacameños, pueblo originario que habita la zona desde hace 12 mil años, siempre desplazándose entre el Salar de Atacama y la Cordillera de Los Andes, dedicándose a la caza y la recolección, y hacia el año 500 a.c. conformarían la Cultura San Pedro, que se asentó en el oasis Toconao incorporando a su sistema de vida el cultivo de hortalizas y frutas en pequeños huertos en oasis regados por las aguas que bajan desde las alturas de Los Andes hacia el desierto.
Y esa cultura de la pequeña agricultura en el desierto es la que los actuales atacameños siguen desarrollando no sin dificultades por la constante y creciente escasez de agua, pero a través de los siglos han mantenido sus hábitos agrícolas y desde el año 2008 han implementado programas para estimular la producción de uvas viníferas para la producción de vinos secos. La producción de vinos en la zona data de varias generaciones con la elaboración de los denominados vinos criollos, los cuales se producían y producen con las uvas País y Moscatel, caracterizándose por ser vinos dulces.
Actualmente, la Cooperativa que produce los vinos Ayllu se ha enfocado en la producción de vinos secos sin que sus cooperados dejen la tradición de producir vinos criollos, pero han implementado proyectos en los últimos años para plantar otras cepas y producir vinos secos de calidad.
Es así como ahora cuentan con el trabajo profesional en la bodega y viñedos del técnico en vitivinicultura Wilfredo Cruz hijo, nacido y criado en Toconao y con estudios en Santa Cruz (Colchagua), quien se ha incorporado al trabajo enológico y vitícola de la Cooperativa. Además, hace casi dos años cuentan con la asesoría profesional del enólogo Roberto Carrancá, quien está en la zona todos los meses para supervisar y orientar el trabajo en bodega y en los viñedos de manera complementaria a su propio proyecto familiar de producción de los vinos Tinta Tinto.
Los vinos Ayllu son resultado de un esfuerzo descomunal de trabajo diario que los viñateros/agricultores realizan en los viñedos, pues dada la escasez de agua en el desierto, la alta radiación y una humedad relativa del aire del 5%, hacen con que las parras deban ser regadas todos los días bajo riesgo de secarse y morir en pocos días si no reciben el vital elemento en esas condiciones de extrema aridez.
A eso hay que sumar otra gran característica o sello propio de los vinos Ayllu: son producidos con uvas de viñedos que crecen en un terruño excepcional, extraordinario, algo inusitado y con elementos únicos y sorprendentes. Pues al visitar los viñedos y el entorno, al estar en ese terruño y observar las condiciones geográficas, de suelo y clima, además de un paisaje excepcionalmente bello, inmenso y desolador como es el Desierto de Atacama, se dimensiona el carácter único de la zona, pues esos oasis donde crecen las uvas están en estrechas quebradas con pequeños flujos de aguas cordilleranas o de vertientes, y en el entorno inmediato existen salares, volcanes, lagunas con flamencos y las más variadas y “marcianas” formaciones montañosas. Ese es el terruño de los vinos Ayllu, palabra que en lengua Kunza significa Comunidad.
Todos los terruños tienen su sello y características propias, pero estos terruños de los vinos Ayllu sorprenden de sobremanera por el lugar tan especial en que están enclavados: oasis en el desierto más árido del mundo. Allí, junto a salares, volcanes y lagunas, en unos pequeños pero fértiles oasis crecen las parras con características únicas de luminosidad, radiación, viento, salinidad, suelo/minerales, agua y junto a árboles frutales, hortalizas, maíz, legumbres, entre otros.
La Cooperativa de Viñateros de Altura LickanAntay realizó el último fin de semana de Noviembre la presentación oficial de los nuevos vinos Ayllu 2018, los cuales son elaborados con las uvas de todos los cooperados en la bodega que tienen en Toconao, en el marco y con el apoyo del programa Atacama Tierra Fértil de la empresa SQM, la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura, la Municipalidad de San Pedro de Atacama e INDAP.
En el marco del lanzamiento de los vinos Ayllu 2018, que denominaron Primores del Desierto, visitamos algunos de los viñedos y conversamos con algunos de los miembros de la Cooperativa, y lo que llama la atención, además de la jovialidad y gran hospitalidad de la gente, es su perseverancia, su tesón para vivir y cultivar la tierra en esas condiciones tan extremas.
Cultivar parras en el desierto es algo que merece ser destacado, y más aún cuando los vinos logrados son de gran calidad, especiales y singulares, con características propias y simples que los hacen muy agradables de beber, con toques salinos y minerales son vinos frescos, de rica expresión frutal, acidez equilibrada, buen cuerpo y estructura. En la ocasión fueron degustados los Primores del Desierto 2018 de las variedades Moscatel de Alejandría, País, Syrah, Malbec y Petit Verdot.
Los vinos Ayllu se venden especialmente en los restaurantes y hoteles de San Pedro de Atacama, pero también se pueden adquirir directamente a través de la Cooperativa de Viñateros de Altura LickanAntay, ubicada en Lascar 272, San Pedro de Atacama (vinosdealturaayllu@gmail.com – +569 84294492).
(Alejandro Tumayan – todovinos.cl)